EDITORIAL
Judicatura y abogac�a en precario
Ayer, 9 de agosto, se conmemor� el D�a del Abogado en Panam�, rindiendo homenaje al recuerdo de preclaros juristas que dieron esplendor y prestigio a la profesi�n de las leyes y los tribunales; en momentos en los que el pa�s reclama rectificaciones, cambios y avances modernistas en los quehaceres de la justicia nativa. Hoy, en respuesta a los ecos que voces lejanas producen al solicitar rectificaciones profundas en los avatares jur�dicos y tribunalicios del mundo, los abogados paname�os promueven gestiones encaminadas a garantizar la independencia de los jueces y magistrados y buscan separar los estamentos administrativos de los tribunales, los escogimientos, selecci�n, ascenso y sanciones de la f�rula de las Cortes Supremas, para asignarlos a un ente de alto nivel: el Consejo de la Judicatura, que integre personeros verticales, honestos, c�vicos, sin conexiones ni intereses con los expedientes y las causas en tramitaci�n, que seleccione los mejores aspirantes e impida las presiones jer�rquicas indebidas. Las formas presionadoras de las superioridades sobre los juzgados y magistraturas permite construir un mundo de dureza y aprovechamientos en las actividades justicieras que induce las decisiones de los inferiores a plegarse con los criterios de quienes nombran, suspenden, castigan y trasladan; circunstancias censurables que denuncian los foros internacionales al reclamar contra tales estructuras obsoletas. Los "Jueces para la Democracia", entidad con asiento en Espa�a y relaciones en Centroam�rica, promueve la b�squeda de estadios de libertad para la funci�n sensitiva, social y de alta docencia que contiene la judicatura, y en sus quehaceres se�alan desv�os y torceduras que endurecen el �mbito de libre decisi�n del juez, muchas de las cuales se repiten en Panam�, confiriendo vigencia nacional a los reclamos que se formulan. Los abogados, herramienta coadyuvadora en la funci�n justiciera, quienes por sus delicados quehaceres merecen consideraciones y garant�as de libre ejercicio profesional, son atacados con medidas limitadoras, restringidos con pr�cticas de ofensiva indignidad que coartan el acceso y visita a defendidos; con retardos ilegales en los casos; con intervenci�n ileg�tima de los medios electr�nicos personales; y, en s�ntesis, constre�idos por fuerzas retardatarias que resienten la averiguaci�n de la verdad, la denuncia del abuso y el deterioro del mando. La efem�rides de ayer constituye hito importante para la reflexi�n y la determinaci�n de cambios en las instancias que deben realizar el prop�sito de la justicia, de dar a cada cual lo suyo, en palabras de Ulpiano, jurista inmortal de Roma, para traducir tales quehaceres en seguridad para todos, en democracia, en realizaci�n del fin �ltimo de la instancia social: A ello debemos abocarnos sin dilaci�n ni temores.
PUNTO CRITICO |
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