Nuevamente, la red terrorista Al-Qaeda que lideriza Osama bin Laden, ha demostrado su persistente capacidad de orquestar atentados espectaculares.
Sólo basta ver la magnitud del operativo en que unos 24 extremistas islámicos planeaban tomarse 10 aviones comerciales en vuelos intercontinentales para hacerlos estallar en medio del océano Atlántico.
En la acción, los suicidas abordarían vuelos de American, United y Continental Airlines desde Londres, burlando los dispositivos de seguridad británicos.
Por suerte, los servicios de inteligencia del Reino Unido y Estados Unidos lograron frustrar a tiempo este intento de secuestro de aeronaves, en lo que convertiría en el peor atentado terrorista de la historia, incluso mucho mayor que el 11 de septiembre de 2001.
La realidad es notoria. Al Qaeda no está derrotada y continúa amenazando al mundo.
Ante esto, las autoridades norteamericanas y británicas han elevado al tope sus alertas de seguridad.
Si antes era un problema llevar tijeras, navajas, cortauñas o objetos punzantes, ahora el Departamento de Seguridad Interna norteamericano exigirá a los viajeros en los aeropuertos de EE.UU. no llevar celulares, equipos electrónicos, productos líquidos, utensilios de belleza y perfumes.
Esta tensión constante reflejada en Estados Unidos, sin duda alguna afectará en cierto modo a la economía de ese país, puesto que los pasajeros y hombres de negocios que transitan por Norteamérica se encontrarán afectados por las elevadas restricciones de viaje.
Eso quizás era lo que buscaba al final Al Qaeda: la paralización económica y comercial de la superpotencia americana y de Occidente.
"Nunca más podrán descansar en tranquilidad", adujo Bin Laden poco antes de conocerce la tragedia que sacudió Nueva York y Washington hace cinco años atrás.
Para los panameños que viajan hacia EE.UU., los recientes hechos también se convertirán en un nuevo dolor de cabeza que dificultará el ingreso de nacionales a ese país. Por ahora habrá que vivir con la desconfianza generalizada y el temor ante posibles atentados en el futuro.