Todo Panamá sabe que antes - hace muchos años atrás - la mayoría de edad aquí en Panamá se alcanzaba a los 21 años... y también sabemos que por razones de política, esa edad fue cambiada a 18 años, o sea que de un tiempo a esta parte, un imberbe de 18 años ya es "adulto" con todas las de la ley, aunque ello implique que tal individuo se presente mal formado psíquicamente ante la sociedad.
Pero, díganme usted, �puede un adolescente a los 18 años tener suficiente criterio, basado en sólidos principios de ética y moral, para poder discernir (diferenciar) entre lo que es correcto o incorrecto? Y aquí no me estoy refiriendo a lo que es bueno ni a lo que es malo...
La culpa de estas improvisaciones sociales respecto de una prematura "adultez" y su relación con la trepidante ola de violencia intra y extrafamiliar, siempre se la echan a los padres de familia, sin reparar en el hecho que esos dizque "padres" son apenas adolescentes que todavía no saben distinguir entre el placer y la responsabilidad; son, realmente, niños producto de tan solo dos generaciones atrás que ni siquiera tienen - y por ende no pueden practicar - el hábito del respeto hacia sí mismos, mucho menos hacia su prójimo.
Entonces, �por qué seguir entreteniendo a la población con pseudo padres que sólo son "papás", y quienes, movidos por "recheras" pasajeras, no saben qué hacer con los hijos que no planificaron tener, pero que ahora tienen que educar (�?), alimentar, vestir, y tantos otros cuidados inherentes a las de un padre responsable?
Con razón que hay tanto maltrato intrafamiliar, tantas violaciones sexuales; crímenes, asesinatos y homicidios en nuestro medio... todo ello sencillamente porque esos adultos precoses �no han adquirido valores de ninguna clase para sustentar sus debilidades! (y de allí su baja, o ninguna autoestima que irremediablemente los induce, y finalmente conduce, a actos delictivos).
Yo le sugiero al gobierno (a éste o al que vendrá) que inicien el debido proceso para retomar los 21 años de edad, clave para que un joven sea considerado como un adulto, en vez de los babosos 18 como actualmente ocurre... Usted, amigo lector, sea el juez en este delicado asunto sociocultural y cívico moral. �Au Revoir!