La entrega de la medalla de oro a Irving Saladino, representó un momento único. Ayer solamente dos banderas panameñas flameaban en las gradas del Estadio Nido de Pájaro en Beijing, sin contar la que se levantaba sobre el podio de los Juegos Olímpicos.
A Saladino se le vio alegre, contento, feliz. Era como si el mundo se detuviera por un instante para mostrarnos una postal para la eternidad.
El campeón panameño señaló tras la premiación que quiere celebrar en Panamá. Para ello partirá entre las 4 y 6 de la tarde de hoy miércoles en Beijing (3 a.m., de Panamá), para llegar mañana a nuestro país a eso de las 10: 45 a.m., aproximadamente.
Antes de viajar, tiene programado un almuerzo al mediodía con la prensa panameña en Beijing y el agregado comercial del Gobierno Panameño en China, Leonardo Khan.
Saladino quiere estar ocho días en Panamá, celebrando con su gente, a quienes les adelantó un mensaje.
"Celebren todo lo que quieran, pero con mesura. No me quiero ni imaginar qué va a pasar cuando llegue, espero que todo sea sorpresa, pero quiero que celebren y disfruten la medalla de oro".
Sobre la entrega de la presea dorada por parte de Meliton Sánchez, el panameño exclamó: "No quiero que se resalte eso, no importa quién me entregó la medalla, yo me la gané por méritos propios para felicidad de Panamá y Latinoamérica.. lo importante es que canté el himno en el podio de unos Juegos Olímpicos.. siempre soñé con este momento".
Saladino fue ayer a una revisión médica en horas del mediodía y afortunadamente le dijeron que no es nada grave y la dolencia en uno de sus tobillos se debe al esfuerzo que hizo en cada uno de los saltos.