Familiares de Alberto Molina Herrera, de 18 años, lo identificaron ayer como el hombre que fue asesinado de cuatro disparos y cuyo cadáver fue lanzado en un herbazal en el sector de Cáceres, a orilla de la autopista Arraiján-La Chorrera.
Molina Herrera salió el domingo a jugar fútbol con unos amigos. Testigos aseguran que al joven se le vio subir a un auto de color blanco con rumbo desconocido.
Una de las hipótesis que manejan las autoridades, consiste en que este crimen se cometió por venganza de miembros de pandillas, pues un familiar del ejecutado perteneció a la banda de El Pentágono, de Santa Ana.