El etíope Kenenisa Bekele logró, después de perseguirlo durante cuatro años, el doblete de fondo al batir en 5.000 metros, con una marca de 12: 57.82, nuevo récord olímpico, a la formación keniana encabezada por Eliud Kipchoge y Edwin Soi, que le acompañaron en el podio.
La sorpresa de la penúltima jornada llegó en la final femenina de altura. La belga Tia Hellebaut, campeona de Europa, elevó su marca personal a 2, 05 metros saltando a la primera y obligó a la gran favorita, la croata Blanka Vlasic, que había necesitado dos intentos, a superar los 2, 07, altura que se le resistió.