CREO SER UN BUEN
CIUDADANO
Sin embargo, no vivo la vida con dignidad
La columna de hoy va dirigida a la mujer y el hombre quuienes viven su vida a velocidades astron�micas. Se casan, se descepcionan de su pareja y, sin terminar con esta relaci�n frutrante, comienzan a fornicar en cada esquina, buscando libertades que su condici�n de casado les impide. Trabajan a medias, pensando m�s en la parranda y la disipaci�n. Se humillan bebiendo licor hasta la inconciencia, sin detenerse a pensar en sus hijos y la imagen que van levantando. Cuando se vive de esta manera, se denigra uno. Se van colocando los ladrillos de la propia sepultura espiritual, que nos va aniquilando como ciudadanos.
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