Traer un niño al mundo es una emoción grande, pero verlo feliz en su cumpleaños es otra de las satisfacciones que sienten los padres. Pero qué tan importante es o no realizar una fiesta de cumpleaños.
La "party" infantil es una celebración que representa no sólo el encuentro y la reunión de amigos y primos, sino el hecho de que el infante ha crecido y que se va haciendo mayorcito.
El cumpleaños le interesa de una forma muy especial porque estimula su curiosidad, sus deseos de aprender, sus ganas de vivir un momento distinto y divertido. El cumpleaños es algo que tiene vida y una gran carga afectiva. Por lo tanto, debe ser vivido con motivación y alegría. El cantar, la tarta, los aplausos, los regalos, las velas, los globos son ingredientes que les gusta a todos los niños. Les llenan los ojitos, el alma y el corazón.
Una cosa no podemos pasar por alto, la fiesta de cumpleaños; sin tomar en cuenta la edad, les enseña a compartir, a participar y colaborar en las actividades de la fiesta, a disfrutar de la compañía de otros niños, a experimentar diversas situaciones, a valorarse a sí mismo y a los demás. Será muy bueno para aumentar su autoestima, a desarrollar su pensamiento creativo y ampliar sus relaciones sociales.
NO DEBE FALTAR
Un cumpleaños sin globos, confetis ni dulce no es cumpleaños, por lo que los padres que van a realizar una fiesta deben tomar en cuenta muchos aspectos, pero sin caer en exageraciones que puedan afectar la actitud de los niños.
Por otro lado, es necesario considerar que a los niños les gusta lo que se puedan comer rápidamente para que no pierdan ni un solo minuto de la fiesta. Lo ideal y más tradicional son los bocadillos o emparedados de jamón, queso, de mermelada, de chocolate, o de algún embutido.
Los padres que celebrarán el cumpleaños de su hijo en un centro de actividades no tendrán que preocuparse por la merienda ni por la tarta. Normalmente, esos locales se encargan de todo, e incluso de servir a los niños. El menú de la fiesta solo será elaborado por los que decidieron celebrar el cumpleaños en casa, o en el campo, o en otro local alquilado por ellos.
AL AIRE LIBRE
Otra de las opciones que prefieren los padres es realizar la celebración al aire libre, tomando en consideración que el niño puede jugar a sus anchas, sin restricciones.
Celebrar el cumpleaños al aire libre es posible hacerlo en cualquier parque aunque no posea un lugar destinado para los más adultos. Sólo hay que organizar un picnic para la merienda y la tarta (a los niños les encantan los picnics). Eso sí, es altamente recomendable que el parque tenga una zona infantil, con la finalidad de que los niños estén entretenidos y evitar que se dispersen.
Otra idea para celebrar el cumpleaños es hacerlo en una terraza que tenga cerca y a la vista el parque o una amplia zona donde los niños puedan jugar.
En estos casos, los papás suelen quedarse para aprovechar también el día soleado y es un punto a favor porque además de compartir una tarde, los chicos están más vigilados, por tratarse de un espacio amplio.
Sin duda, para el pequeñín será una celebración inolvidable, más que nada porque, en la mayoría de los casos, comparte con los familiares y amigos con quienes está la mayor parte del tiempo.