Desde que la Autoridad Marítima de Panamá suspendió a las dos empresas que brindaban el servicio de taxis acuáticos de Isla Colón a Almirante y viceversa en la provincia de Bocas del Toro, trasladarse para los residentes y turistas se ha convertido en un calvario, ya que las especulaciones en los precios por este servicio varían constantemente.
Por ejemplo, hasta hace un mes los taxis acuáticos costaban B/8.00, actualmente los pasajeros se ven obligados a pagar entre B/12.00 a 20.00 y en el caso de las familias extranjeras, les han cobrado hasta B/100.00 por los supuestos viajes especiales que de tal no tienen nada.
Los padres de familia, trabajadores, universitarios y las personas que tienen que viajar a la isla a realizar algún trámite en la Oficina de Migración que fuetrasladada de Changuinola a este lugar, lo piensan dos veces; uno por el costo del servicio y el otro por la inseguridad. Mientras que los enfermos y los comerciantes no saben qué hacer para realizar la travesía.
De la dos empresas sólo Bocas Marine Tours, reinició operaciones, pero de manera parcial. Algo que Rolando Robinson, dueño de la empresa Taxi 25 no entiende por qué él no puede hacerlo también, si sus lanchas tienen las mismas especificaciones que las de Bocas Marine Tours, y dice que lo peor es que se le permite trabajar a boteros cuyas naves no cuentan con los cuatro extintores que a él le están exigiendo.
Tampoco tienen los dos salvavidas con remos, los cuatro flotadores, las 12 luces de bengalas de paracaídas; además, transportan más de 18 pasajeros y no los que exige la ley que son 12.
La situación va para un mes, los isleños realizaron protestas y medidas de fuerza, las que abandonaron al no ver resultados, sin embargo, las podrían reanudar este viernes.