Educar a los niños sobre la importancia de construir una sólida base económica propia es una faena que comienza en el hogar desde el primer instante que se les compra la alcancía de cochinito.
Moneda a moneda se crea la disciplina del ahorro y la administración de un presupuesto, que en su adolescencia y adultez cubrirá sus necesidades. Los niños necesitan saber que el dinero cuesta, que no cae del cielo ni crece en los árboles, deben saber administrarlo; y la única manera es teniéndolo. |