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Aunque algunos piensen lo contrario, no es gana de fastidiar a nadie. |
Además de la falta de respeto de los empresarios transportistas, quienes conceden sus autobuses a algunos conductores irresponsables, que manejan mal, se visten mal, huelen mal y tratan mal a los usuarios del servicio, existen otras agravantes.
Por ejemplo, podemos mencionar que hacen circular sus vehículos sin el certificado de operación correspondiente, sin las placas y calcomanías adecuadas.
La mayoría de las veces los buses están sucios, tanto por fuera como por dentro y ensucian la ropa de los pasajeros que abordan estos vehículos, aún, continúan muchos cojines rotos y carecen de los pasamanos adecuados para que el usuario pueda sujetarse y evitar contratiempos.
Aunque algunos piensen lo contrario, no es gana de fastidiar a nadie. Sencillamente el servicio del transporte masivo en Panamá, es un auténtico caos. Y ya es hora de que los responsables de este tema digan y hagan algo. |