OPINION

REFLEXIONES
La tragedia de los independientes

linea
Por Carlos Christian Sánchez
Asesor Diplomático

Preguntándole a varios jóvenes, uno se da cuenta que los futuros ciudadanos de Panamá ya no confían en la clase política, Peor aún, no creen en el sistema democrático. No es necesario hacer una encuesta como la que realizó Transparencia Internacional a nivel de América Latina, para percatarse que el 51% de la población no confía en la Democracia, algo muy peligroso, pues supone inclinaciones fuertes de los habitantes de nuestros países a los regímenes autoritarios.

Los adolescentes perdieron el respeto a sus mayores, a los docentes que les deben impartir la educación básica, pero igual, no confían incluso en sus padres. Es más, muchos no tienen un papá que les dé instrucciones para enfrentar la vida. Los hogares panameños son ahora dominados por madres solteras que dieron luz a hijos ilegítimos, que sólo pensarán en sobrevivir al mundo cruel y despiadado que la humanidad enfrenta.

�Qué decir de la Política? El temor a la inclinación subversiva de los adolescentes, y de muchos jóvenes adultos, se da debido a la falta de acceso a plazas de trabajo, a que ya la gente joven sabe que existe un mal reparto de las riquezas, a que una mafia de partidos políticos domina al país, o de que las autoridades públicas no se dan a respetar.

En el año 2004 veremos un muy elevado abstencionismo de los votantes panameños, lo que hace correr el riesgo de que cierto partido político las tenga fácil para triunfar en los comicios venideros. Pues, claro, no hay libertades civiles para fundar otras fuerzas políticas, aparte de las tradicionales, lo que hace acumular expectativas y frustración en la masa popular.

Los grupos de tercera fuerza, que poco éxito han tenido en la política panameña, se han convertido en la gran incógnita sobre el comportamiento del electorado istmeño. En el marco político, dos fuerzas, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Arnulfista (PA) han mantenido el tradicionalismo de bloques enfrentados por el dominio del Estado. Pero en las fuerzas antes mencionadas, la mera existencia de casi millón y medio de panameños "que todavía no saben por quien votar en el 2004", hace suponer que cualquier elemento de tercera opción pueda ganar adeptos.

El Tribunal Electoral de Panamá, controlado por allegados a los partidos políticos, ha creado un sistema que impide que los representantes de los grupos independientes tengan poder en este país. No se respeta a los delegados electos por el voto popular, tal como ocurre con el caso de la alcaldesa de La Chorrera, Brenda de Icaza. Maniobras políticas oscuras y presiones de intereses creados, intentan desbancar a una persona que logró el voto independiente.

Los panameños debemos presionar al Tribunal Electoral y a los demás órganos del Estado para que haga las reformas debidas en el Código Electoral, para permitir la libre postulación presidencial y legislativa, sin que medie un partido político tradicional, generalmente corrompido por los eventos del pasado que todos ya conocemos. De seguro, un grupos independiente logrará el apoyo de los adolescentes y de los jóvenes adultos, que buscan nuevos líderes que hagan sacar a Panamá del atolladero en que estamos metidos.

 

volver arriba 

 

 

linea
linea gris

| Primera Plana | Portada | Nacionales | Opinión | Económicas | Mundo |
| Deportes | Provincias | Variedades | Sucesos | Sociales | Ediciones Anteriores |
| Buscador de Noticias | Clasificados Epasa |



bandera de Panama
Ciudad de Panamá
Copyright © 1995-2002 Crítica en Línea-EPASA
Todos los Derechos Reservados