Chismorrear podría ser beneficioso de algunas formas, al menos para los que hablan de los demás, sugiere un nuevo estudio británico.
Las personas que hablan de los demás se sienten más apoyadas, y los chismorreos positivos (cuando se alaba a otra persona) podrían aumentar la autoestima de quien chismorrea a corto plazo, señalaron los investigadores de la Universidad de Staffordshire en Reino Unido.
En el estudio, Jennifer Cole y Hannah Scrivener analizaron las respuestas de 160 participantes que completaron cuestionarios que indagaban sobre la tendencia a chismorrear, la autoestima, el apoyo social y la satisfacción con la vida. Los altos niveles de chismorreos se asociaron con sentimientos de mayor apoyo, pero no con la autoestima ni satisfacción con la vida.