"CEMIS" tiene cierta similitud fonológica con "Semíramis", reina semi-legendaria de Asiria, el nombre antiguo de Irak. Semíramis, célebre tanto por su valentía como por su belleza y concupiscencia, fundó Babilonia. Tras el intento de su hijo Ninias de arrebatarle el trono, concluyó su vida terrestre transformándose en paloma.
La semejanza entre "CEMIS" y la mítica Semíramis no es, pues, más que fonética, excepto-quizás-por el terror que la deidad asiria inspiraba en los seguidores del culto babilónico, terror que se asemeja al sentimiento que se apodera de Martín Torrijos cuando le mientan la palabra "CEMIS".
Cuando escucha aquella voz apocalíptica, el candidato de la M pierde inmediatamente la facultad de hablar (que de por sí la tiene escasa). Su candidatura cae enseguida en un mutismo absoluto, del que intentan sacarla algunos desacreditados portavoces con referencias banales a la pólvora militarista o a aves carroñeras de insaciable voracidad, como la que caracterizó a los funcionarios y partidarios de la narcotiranía y la torodictadura.
Mientras no se investigue con transparencia y verticalidad, el escándalo del CEMIS seguirá obscureciendo el horizonte político del PRD tal cual una bandada-no de palomas como la mitológica Semíramis-sino de gallinazos, el ave predilecta de los voceros de Martín.
Al abanderado de los cuarteles se lo ha invitado varias veces a aportar al esclarecimiento del CEMIS, pero hasta ahora se ha negado. �Lo veremos algún día contribuir a tan noble fin? Tiene la palabra el Ministerio Público. |