El Gobierno despertó. Ayer intervino el mercado de combustible al congelar los precios por 15 días, otorgó un subsidio hasta $6 millones para evitar un alza de estos y fijó precios topes para la venta de las gasolinas y el diésel.
En la capital y la ciudad de Colón, el galón de gasolina de 91 octanos no podrá ser vendido a más de $3.99, el de 95 octanos no podrá exceder los $4.16 y el diesel liviano no podrá superar los $3.60 y el mejorado $3.63.
Las gasolineras que no cumplan con los topes pagarán multas que van desde los mil hasta los 10, 000 dólares.