Martes 6 de oct. de 1998

 








 

 


MENSAJE
¿A cuál personalidad castigará Dios?

Hermano Pablo,
Costa Mesa, California

E
l hecho descarnado, simple y escueto, estaba ahí. Y no era un hecho infrecuente, especialmente tratándose del libertinaje de nuestra época y de nuestra sociedad.

Un hombre joven y una mujer de 27 años tuvieron relaciones sexuales es un parque público en Oshkosh, Wisconsin, Estados Unidos. Después la mujer acusó al hombre de violación. "Tengo dieciocho personalidades diferentes -le dijo la mujer al juez- certificadas por mi psiquiatra. El se aprovechó de mi personalidad más vulnerable". El juez declaró inocente al hombre.

Este caso, además de causar revuelo periodístico, causó revuelo científico y religioso. Una mujer hace, voluntariamente, el amor con un hombre. Después alega que no fue ella la que cometió el acto, sin otra de sus muchas personalidades, precisamente la más débil.

Fue un caso para psiquíatras y psicólogos, a algunos de los cuales les gusta explorar todos los vericuetos de la psiquis humana. Para algunos psiquíatras y psicólogos una persona no es una sola persona. Pueden ser diez, veinte o más personas diferentes. Además de eso, una persona no es absolutamente responsable de sus actos. Son responsables sus padres, abuelos, bisabuelos y los demás antepasados que ha tenido, además de la sociedad, la religión, el hogar, la escuela, la vida y un sinnúnemro de factores adicionales.

¿Qué dice la Biblia en cuanto a todo esto? Que cada persona, sea buena o mala, es responsable ante Dios por lo que hace. Una persona puede tener una personalidad sencilla, otra persona una muy compleja, pero ambas responderán ante Dios por todo lo que han hecho en la vida.

Hay un solo Dios y Juez, y hay una sola persona en cada individuo. Hay también un solo tribunal de justicia para juzgar los delitos de todos los hombres. Ante el Juez eterno no podremos nunca alegar que el delito del que somos culpables lo cometió otra de nuestras muchas personalidades, porque ante El eso es una falacia.

Sin embargo, a Dios gracias que también hay un solo Señor y Salvador para todos los pecados de todos los hombres de todos los ámbitos y de todos los tiempos. Es Jesucristo. Hagamos de El nuestro Salvador personal, y pidámosle que limpie, regenere y purifique el único yo que cada uno de nosotros somos y jamás podremos ser.

 

 

 

 

CULTURA
Moderna Hong Kong mira al pasado en festival de luna llena.

 

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