Más de 70 familias invasoras, que residen en la barriada Nueva Esperanza en Santiago, provincia de Veraguas, estuvieron a punto de enfrentarse luego de que surgiera un conflicto entre ellos por una fuente de agua para abastecer a este sector.
Se conoció que el problema se agudizó luego de la escogencia de una junta local, que intenta organizar a la comunidad para lograr que las autoridades gubernamentales terminen un proyecto de vivienda que se tiene en esta humilde barriada.
Edwin Solís, residente del lugar, informó que fue amenazado con arma blanca por otra persona que se opone a que el agua potable le llegue al resto de los miembros de esa comunidad.
"Hay dos plumas o fuentes de agua juntas, mientras que otras personas se quedan sin el vital líquido.
Los propios invasores tuvieron que llamar a la Policía para evitar un enfrentamiento, ya que ahora hay dos grupos en la barriada que inicialmente era una sola comunidad.