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Panamá es el puente de América y por lo tanto, un punto estratégico en todo lo que es acopio, transporte y comunicación. Como consecuencia de lo que sería una guerra biológica terrorista declarada, cuya resonancia se da en los Estados Unidos, debemos ser los panameños muy cuidadosos al relacionar nuestras actividades con este momento que se vive.
Si nuestro correo sirve de centro de llegada de correspondencia de Sudamérica y Centroamérica para la distribución en otras partes del mundo, no se entiende, el por qué hay voces que indican que nos debemos deshacerce de estas funciones.
Si seguimos esta lógica, que se ha escuchado bastante por miembros de la Asamblea, entonces deberíamos cerrar el Canal de Panamá, porque transitan barcos de todo el mundo que podrían ser portadores de alguna enfermedad contagiosa y esto nos afectaría. Los panameños no podemos renunciar a nuestro papel para las Américas y otros continentes, porque perderíamos nuestra esencia natural y característica.
Si hay esta situación, lo más lógico es que tomemos todas las medidas de seguridad y protección para aquellos que les toca realizar estas labores. Vivir es un riesgo y aún lo es más en estos momentos, pero también existe la tecnología para enfrentarnos a estos retos, debemos ser un poco más serios cuando abordamos estos temas, porque repercuten a nivel internacional haciendo el ridículo y perdiendo la confianza de los inversionistas. |
