EDITORIAL
Antonio Díaz
Se nos fue Antonio Díaz. El periodista, folclorista, maestro y exdirector de Crítica se nos adelantó en el viaje hacia el reino de los cielos. Fue un hombre combativo hasta el final de sus días. La diabetes que lo forzó al retiro y los derrames que sufrió no hicieron mella en su afán periodístico que mantuvo a través de los editoriales y su columna "Inquietudes" que servía en este diario.
"Toño" como le decían sus amigos y compañeros de trabajo dedicó la mayoría de sus 60 años de vida al periodismo y el folclor. Como director del conjunto del Valle de Tonosí ganó tres medallas de oro en los festivales Latinoamericanos de Folclore.
Laboró en diversos medios impresos, televisivos y radiales. Además de Crítica se distinguieron con su labor los diarios El Día, El Expreso, El Siglo, Extra y El Panamá América, así como la revista Mas, el semanario La Tribuna y las emisoras KW Continente, RPC Radio, Radio Panamericana.
Su última columna "Inquietudes" que publicó en la edición del domingo puso al descubierto los paramos que sufren los pacientes que acuden al Complejo Hospitalario Metropolitano. A pesar de su enfermedad hacía gala de la lucha por mantener su vida. El 27 de agosto pasado nos recordaba su cumpleaños número 60. "Toño" amaba la vida, peleaba con su enfermedad y siempre tenía el animo de derrotarla.
En noviembre de 1997 sufrió dos derrames cerebrales. "La pelea va pareja con mi enfermedad, pero yo estoy dispuesto a derrotarla y por K.O. Animo es lo que me sobra", escribió en una ocasión. Cuando había tanta gente con salud que se lamentaba por la situación del país, el maestro Antonio Díaz hacía frente a la adversidad con la mayor dignidad, entereza y autoestima.
Se fue "Toño" Díaz, pero quedan sus manifestaciones de panameñidad que se registran en su amor por la música típica, en sus composiciones, sus escritos y el mejor legado que dejó: su familia. Su trayectoria como periodista representa un ejemplo para las nuevas generaciones de comunicadores sociales. Los nuevos pinos extrañarán sus consejos y su pluma combativa. Ha muerto el hombre, pero su pluma nos legó una herencia para la posteridad. �Que descanse en paz!
PUNTO CRITICO |
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