SUCESOS

ASESINATO: FUE A VER UN CHOQUE Y LE METIERON TRES BALAZOS
Asesino fúrico

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Costa Rica
Diario Extra

Tuvo algún problema o andaba más pasado de tragos de la cuenta.

Viajaba en un auto Hyundai pero, al dar una curva, pierde el control y choca contra el muro del escampadero donde el público aborda los buses en el cruce de entrada a Río Azul y calle la Churruca, en el límite entre San Antonio de Desamparados y La Unión.

El choque lo pone más furioso de la cuenta, sobre todo porque su vehículo no le camina más.

Camina unos 15 metros hasta la primera vivienda que logra ver en su borrachera.

Resultó ser la casita de la familia Aguilar.

Eliécer Aguilar Montoya, conocido cariñosamente como "Trotes", de oficio soldador, salió a ver lo que ocurría.

Sin que mediara ninguna razón, recibió tres plomazos.

Serían las tres y 20 minutos de la tarde del domingo.

Mortalmente herido, Eliécer se refugia en la sala de su vivienda, pero comienza la agonía; sus pulmones no le responden.

Huye y sigue disparando

Al llegar Fernando y Edgar, dos cruzrojistas de Desamparados que tuvieron que desplazarse en un auto particular para atender la emergencia porque la ambulancia andaba en otro caso grave, se topan con que Eliécer estaba entrando en paro respiratorio.

Los cruzrojistas piden refuerzos; llegó la unidad de soporte 09. Se le aplican maniobras pero los tres plomos comenzaban a cobrar la vida de un inocente.

Mientras tanto, el homicida, en su alocada desesperación de hacer uso de su arma de fuego, siguió disparando mientras corría hacia el sector de Río Azul, donde finalmente, entre varios particulares apoyados por policías, lo agarran y lo desarman para llevárselo al calabozo de la Delegación Policial de San Antonio.

A las 4 y 12 minutos, Eliécer, quien estaba en su día libre, tranquilo en su casa de habitación junto con sus familiares, perdió la vida y todo por asomarse a ver el choque del auto contra el muro de la parada de autobuses.

CONSECUENCIAS: NECESITABA DESCARGAR SU FURIA

Bien alocado -presuntamente bajo los efectos de algún psicotrópico- Eugenio Cascante necesitaba desquitarse con alguien, no importaba con quién.

Una víctima inocente quedó muerto. El agresor huyó y siguio disparando, pero lo atraparon.

 

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