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Momentos en que la presidenta Moscoso firma el acta del centenario de la República en el Consejo Municipal. |
Un llamado a la reflexión y a la unión nacional, hizo ayer la presidenta, Mireya Moscoso, durante los actos protocolares en la sesión solemne del Consejo Municipal, que dio inicio a los actos de celebración del 3 de noviembre.
Moscoso indicó que debemos valorar retrospectivamente el legado de los revolucionarios de Acción Comunal, de los jóvenes del frente patriótico de los mártires de 1964y de quienes contribuyeron a lograr la total soberanía.
"Panamá subsiste hoy en un ambiente de comprensión y fraternidad, sin traumas ni rencores y con la mirada clara hacia el objetivo de construir una nación próspera, equitativa y justa", dijo.
Expresó que Panamá surge al concierto de las naciones con un destino autónomo, con el cúmulo de tradiciones propias de una tierra de tránsito, con una cultura múltiple, producto de la confluencia de elementos étnicos, que unidos entre si dieron lugar a una panameñidad que se ha robustecido en 100 años de convivencia en suelo patrio.
"Somos una nación cosmopolita y magnánima, abierta a la difusión de ideas y costumbres, sin discriminaciones ni prejuicios culturales, sociales o éticos y orgullosa de su posición geográfica y de su apertura al mundo", manifestó.
Moscoso recordó a Quibían, primer héroe indígena, así como Urracá, París y las contribuciones de los negros guiados por el líder Bayano.
La mandataria indicó que en estas fechas históricas tenemos que recordar a nuestros próceres, aquellos hombres y mujeres que dejaron a un lado intereses y dolores, haciendo honor al legado patriótico de hombres como Justo Arosemena y Victoriano Lorenzo que no llegaron a ver la patria libre.
"En este momento trascendental de nuestra historia tenemos que rendir tributo a la memoria de José Agustín Arango, Manuel Amador Guerrero, Federico Boyd, Nicanor de Obarrio, Carlos Arosemena, Manuel Espinosa Batista, Tomas Arias, entre otros miembros de la Junta Provicional de Gobierno", dijo.
ANALISIS: IDIOSINCRASIA PROPIA
Nuestro istmo nació de español, indio y negro; cristiano, pero fiel a sus propias dioses; invadido, dominado, intervenido, siempre influenciado por factores externos, que lejos de confundirnos dieron lugar a nuestra propia idiosincrasia. |