La Policía Nacional estrena a partir de hoy uniforme, autos, tecnología y armas automáticas, en un nuevo intento por frenar el avance de la criminalidad. Se trata de una serie de medidas que juntas y bien aplicadas, pueden arrojar los efectos esperados.
Nadie duda del esfuerzo que realizan los estamentos de seguridad nacional para combatir el crimen. Es una tarea que no le compete solo a ellos, todos los habitantes de este país tenemos que involucrarnos en ella.
Las cámaras de seguridad en las principales arterias vehiculares de la ciudad, el polémico Pele police y el Poli bus son herramientas tecnológicas que hablan de la modernización que experimenta la Policía Nacional. Esto acompañado de un aumento en el nivel de vida de los policías.
La depuración de las unidades que han aprovechado su condición de policías para traicionar a la institución y a la sociedad envía un mensaje claro a lo interno y externo. Son un cúmulo de medidas positivas que irremediablemente irán produciendo frutos.
Entonces no es necesario el abuso policial ni la manipulación de cifras sobre hechos delictivos. Las cosas hay que hacerlas bien y enmarcadas en Derecho. Hay que depurar la data del Pele police y dejar de aplicar esa especie de estado policíaco que a veces impera en algunos lugares.
En Panamá no deben invertirse las situaciones; es decir, poner por delante la presunción de culpabilidad, en vez de la presunción de inocencia consagrada en la Constitución Nacional y las leyes.