FAMILIA
"La guerra contra las drogas"
James A. Inciardi
Los consumidores se clasifican
en cuatro clases: experimentadores, consumidores social-recreativos, consumidores
comprometidos y abusadores disfuncionales, una clasificación general
que se ha aplicado ampliamente en el campo de la droga durante bastante
tiempo.
Los experimentadores, por lejos, son el mayor grupo de consumidores de
cocaína. Por lo general prueban cocaína una o dos veces en
un entorno social, pero la droga no juega un papel significativo en su vida.
Consumen cocaína experimentalmente debido a que su grupo social vincula
los efectos de la droga con el placer. Los experimentadores no buscan cocaína
pero pueden consumirla cuando alguien se las ofrece en un entorno apropiado.
En esta situación, pueden aspirar la droga una o dos veces porque
les hace algo.
Los consumidores social-recreativos se diferencian de los experimentadores
primordialmente en términos de frecuencia y continuidad del consumo.
Por ejemplo, pueden consumir cocaína cuando están en una fiesta
y alguien les ofrece la oportunidad. La cocaína sigue sin jugar un
papel significativo en la vida de los consumidores. No buscan activamente
la droga pero la consumen sólo porque les produce algo, los hace
sentirse bien.
Para los consumidores comprometidos, se ha producido una importante transición
desde el uso social-recreativo. En la medida en que los consumidores se
comprometen con la cocaína, también se vuelven buscadores
de la droga. Si bien todavía son bastante capaces de funcionar -en
la escuela, en el trabajo o como padres o cónyuges- su desempeño
en muchas áreas empieza a declinar notoriamente. El funcionamiento
personal y social tiende a estar inversamente vinculado con la cantidad
de tiempo que los consumiodores comprometidos pasan con la cocaína.
Todavía tienen control sobre su comportamiento, pero su consumo de
la droga se produce con creciente frecuencia por algún motivo de
adaptación; la cocaína les hace algo.
Los consumidores comprometidos con la cocaína son de muchos tipos.
Algunos consumen la droga para manejarse en una situación laborl
insoportable, aceptando cantidades controladas varias veces por día.
Otros ussan la cocaína para mejorar el desempeño o aumentar
su antoestima. Y todavía un tercer grupo consume regularmente cocaína
para manejar la tensión, la ansiedad o el abrumador aburrimiento.
Como lo dijo un consumidor comprometido, un contador profesional:
*Parece que siempre estoy apretado en este tiempo casi con todo lo que
hago. Todos parecen querer algo: mis clientes, mi esposa, el banco, el mundo...
Unas pocas líneas (de cocaína) cada dos o tres horas me hacen
pasar el día, pasar las devoluciones de impuestos, las tensiones
en casa, las cuentas, el sexo, lo que sea... Sin la coca, probablemente
en algún lado fallaría...*
Los abusadores disfuncionales son los que se conocen como cocainómanos,
cocalcohólicos y putas de la coca. Para ellos, la cocaína
se ha vuelto parte significativa de suv ida. Funcionan mal personal y socialmente
y pasan todo su tiempo buscando cocaína, tomando cocaína y
otras actividades vinculadas. Más aún, ya no tienen más
control sobre su consumo de la droga.
Si bien el consumo disfuncional de cocaína es el modelo menos
común, sin embargo está generalizado.
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