Jueves 5 de nov. de 1998

 








 

 


FAMILIA
"La guerra contra las drogas"

James A. Inciardi

Los consumidores se clasifican en cuatro clases: experimentadores, consumidores social-recreativos, consumidores comprometidos y abusadores disfuncionales, una clasificación general que se ha aplicado ampliamente en el campo de la droga durante bastante tiempo.

Los experimentadores, por lejos, son el mayor grupo de consumidores de cocaína. Por lo general prueban cocaína una o dos veces en un entorno social, pero la droga no juega un papel significativo en su vida. Consumen cocaína experimentalmente debido a que su grupo social vincula los efectos de la droga con el placer. Los experimentadores no buscan cocaína pero pueden consumirla cuando alguien se las ofrece en un entorno apropiado. En esta situación, pueden aspirar la droga una o dos veces porque les hace algo.

Los consumidores social-recreativos se diferencian de los experimentadores primordialmente en términos de frecuencia y continuidad del consumo. Por ejemplo, pueden consumir cocaína cuando están en una fiesta y alguien les ofrece la oportunidad. La cocaína sigue sin jugar un papel significativo en la vida de los consumidores. No buscan activamente la droga pero la consumen sólo porque les produce algo, los hace sentirse bien.

Para los consumidores comprometidos, se ha producido una importante transición desde el uso social-recreativo. En la medida en que los consumidores se comprometen con la cocaína, también se vuelven buscadores de la droga. Si bien todavía son bastante capaces de funcionar -en la escuela, en el trabajo o como padres o cónyuges- su desempeño en muchas áreas empieza a declinar notoriamente. El funcionamiento personal y social tiende a estar inversamente vinculado con la cantidad de tiempo que los consumiodores comprometidos pasan con la cocaína. Todavía tienen control sobre su comportamiento, pero su consumo de la droga se produce con creciente frecuencia por algún motivo de adaptación; la cocaína les hace algo.

Los consumidores comprometidos con la cocaína son de muchos tipos. Algunos consumen la droga para manejarse en una situación laborl insoportable, aceptando cantidades controladas varias veces por día. Otros ussan la cocaína para mejorar el desempeño o aumentar su antoestima. Y todavía un tercer grupo consume regularmente cocaína para manejar la tensión, la ansiedad o el abrumador aburrimiento. Como lo dijo un consumidor comprometido, un contador profesional:

*Parece que siempre estoy apretado en este tiempo casi con todo lo que hago. Todos parecen querer algo: mis clientes, mi esposa, el banco, el mundo... Unas pocas líneas (de cocaína) cada dos o tres horas me hacen pasar el día, pasar las devoluciones de impuestos, las tensiones en casa, las cuentas, el sexo, lo que sea... Sin la coca, probablemente en algún lado fallaría...*

Los abusadores disfuncionales son los que se conocen como cocainómanos, cocalcohólicos y putas de la coca. Para ellos, la cocaína se ha vuelto parte significativa de suv ida. Funcionan mal personal y socialmente y pasan todo su tiempo buscando cocaína, tomando cocaína y otras actividades vinculadas. Más aún, ya no tienen más control sobre su consumo de la droga.

Si bien el consumo disfuncional de cocaína es el modelo menos común, sin embargo está generalizado.

 

 

 

 



 

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