EDITORIAL
Colón: Pasado y prospectiva
Colón surge a la vida
urbana a consecuencia de la apertura ferrocarrilera que a mitad del siglo
pasado unió los oceános, para permitir la diáspora
migratoria que desde las latitudes de la Tierra dirigió sus pasos
y esperanzas hacia la California del Oro, donde el hallazgo del Molino de
Sutton, generó fantasías y novelas que convertían al
miserable minero en un enriquecido Creso, con escarbar una orilla de río.
Colón creció; en su desarrollo alcanzó preminencia,
cúspide urbana, haciendo de sus comercios vitrinas atractivas de
productos de ultramar, de seda, sándalo, marfil, donde curiosos vigilantes,
turistas del globo terráqueo, encontraron sofisticados mercaderías
para sus satisfacciones y goces. La vida nocturna y los divertimentos, hicieron
de Colón lugar de jolgorio, de risas y festín, que trascendió
las nacionales fronteras y atrajo forasteros en busca de disfrutes sensuales
y molicie.
La vida económica y laboral de Colón, signadas por las
cercanías canaleras hizo del colonense ciudadano de ostentación
y lujos, donde la hebilla de oro y la cadena de grosor adornaban los atuendos,
mientras la comunidad unida en cercanía familiar anudó las
relaciones interpersonales e hizo de Colón expresión de tolerancias,
respetos y apoyos vecinales.
Abierta la ruta carretera transístmica, establecidos los medios
de transporte sin limitación de tiempo ni horarios; concluidos los
trabajos expansivos canaleros y reducidas las planillas zoneítas,
Colón devino en ciudad acogotada, en precario, con carencias mil;
realidad que condujo a eclosiones de violencia y reclamos populares, siendo
temida por los gobernantes de turno.
Hoy, se conmemora el aniversario nonagésimo quinto del respaldo
independentista que Colón dio a la Separación de 1903 y sus
próceres son recordados con reverencia y cariño, honrando
la fecha que la torpeza gubernativa no se atrevió a mover; fecha
heróica, que escapa al absurdo y antipatriótico decreto que
traslada las efemérides, tal vez en prevención de no irritar
al combativo pueblo del atlántico panameño.
Colón resurge de la cenizas; proyectos de envergadura y prospectiva
ofertan un porvenir de luminosidad y ascenso para la urbe; la ley convierte
la ciudad en Puerto Libre y permanente incumplida por argucias deleznables
e inconsistentes; sin embargo, como reza el sonero comercial "algo
bueno está pasando en Colón", y es que la pujanza y valentía
de sus moradores empuja la acción pública y privada por senderos
de rectificación que devolverán a la citadina atlántica,
el esplendor que insufló su fama, su renombre de ayer, que retornará
pronto.
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AYER GRAFICO |
Los bailes de antaño eran presentados tradicionalmente los días
5 de noviembre. |
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