Cuando las necesidades de energía y nutrientes del organismo no son cubiertas mediante los alimentos que se ingieren, aparece la desnutrición.
La desnutrición es una enfermedad provocada por múltiples causas que van desde una alimentación incompleta y deficiente, hasta una consecuencia de enfermedades graves, tanto del intestino como del organismo en general.
Una de sus manifestaciones más evidentes es la pérdida significativa de peso, debido a un aporte insuficiente de proteínas (carnes, pescados, huevos, leche y derivados) de energía (cereales, féculas, legumbres y grasas) e hidratos de carbono o azúcares, vitaminas y minerales. También influyen factores individuales como la medicación y factores psicológicos (estado de ánimo), que hace que se rechacen ciertos alimentos indispensables o que no se coma lo que se tiene que comer.
�COMO EVITARLO?
Para evitar que los adultos mayores lleguen a un estado de desnutrición es necesario seguir ciertos parámetros, entre ellos: aumentar el consumo de alimentos de alto valor energético, evitar los productos desnatados, light o bajos en calorías; también se deben evitar los alimentos que "llenan" y aportan escaso valor nutritivo (caldos, ensaladas, infusiones).
Existe un sinnúmero de factores que facilitan o provocan la desnutrición, entre los que se puede destacar: la falta de educación nutricional, ya que muchas personas, de todas las edades, se alimentan inadecuadamente por desconocimiento de los distintos componentes de los alimentos y muchas veces los alimentos más necesario se consume en cantidades inadecuadas. La tendencia a comer cosas rápidas y fáciles. En otros casos, las enfermedades limitan el poder consumir alimentos normalmente, o los fármacos indicados por el médico que cambian los sabores o disminuyen el apetito. También las enfermedades como la depresión o la demencia hacen que el comportamiento del paciente genere una inmensa dificultad para que ingiera las comidas.
Dentro de los adultos mayores, con riesgo a sufrir de desnutrición, se encuentran los ancianos, enfermos agudos, los que viven solos, los que tienen bajos ingresos económicos, incapacidad física, problemas dentales, bajo nivel de instrucción, los consumidores crónicos de fármacos, los fumadores y los alcohólicos.
El régimen alimenticio indicado para una persona mayor debe incluir cuatro comidas moderadas. El desayuno debe contemplar cereales, yogurt bajo en grasa, fruta y té. Es conveniente tomar un almuerzo a base de ensalada de pollo con verduras, que pueden ser condimentadas con aceite de oliva.
En la comida es recomendable consumir caldo de verduras o pollo, carnes a la plancha o al vapor acompañadas de una guarnición de verduras, jugo de frutas y pan integral.