Once puñaladas acabaron con la vida de María Eugenia Rodríguez, de 34 años.
La mujer fue encontrada boca abajo en la cama del cuarto 405 del Hotel Sotelo, ubicado en la Calle 11 Amador Guerrero, en Colón. El cuerpo estaba sobre un charco de sangre y sólo tenía puesto la ropa interior.
El hombre le enterró el puñal 10 veces en la espalda, cerca del omóplato derecho, y una vez en el costado izquierdo. El cuchillo que usó para el asesinato, lo dejó en la misma habitación.
El homicida se identificó en la recepción como Ricardo Alfaro, sin embargo, quienes lo conocen, y suponen que se trata de la misma persona, dijeron que su verdadero nombre es Jorge Ricardo Flórez, cónyuge de la hoy occisa.
Según el informe, el hombre llegó y pidió la habitación a eso de las 3:30 de la madrugada de ayer, domingo, y subió con la mujer. Luego bajó a eso de las cinco de la madrugada, cuando se supone la había asesinado.
Se presume que el mismo hombre que le quitó la vida a María Eugenia, hizo la llamada al 104, para informar a la Policía Nacional que en ese cuarto había una mujer a la que habían asesinado, porque ni siquiera la recepcionista del hotel y los que vigilan, sabían del crimen.
La Policía de la Sudirección de Información e Investigación Policial hizo el descubrimiento del cadáver.
El sargento segundo de la DIIP en Colón, Jorge Samudio, dijo que al llegar al lugar la mujer estaba sin vida; tenía varias heridas en la espalda, y tenía la cara contra con una almohada.
�LTIMOS PASOS
Aparentemente la misma mujer era vista con frecuencia en los hoteles del área, ya que permanecía en los bares de ese mismo sector.
Testigos dijeron que la mujer, minutos antes de subir al hotel, conversaba con otro hombre en el café La Concordia, en la Calle 11 Central, y luego caminó hacia la cantina La Suerte, en la avenida Justo Arosemena. Se supone que en ese lapso se encontró con su homicida, quien la invitó al hotel y luego la asesinó.
SEIS HUERFANOS
Una amiga de la difunta dijo que María Eugenia vivía en Puerto Escondido, Sector 2-1, y era oriunda de la Costa Abajo de Colón. Trabajó en la Cantina Oriental, luego en el Happy City, pero actualmente había conseguido un trabajo en la Zona libre de Colón.
La mujer dejó en la orfandad a seis niños pequeños, y tenía un nieto.
VICTIMARIO: SE BUSCA
El asesino de María Eugenia, hasta el cierre de edición, no había sido capturado, pero las autoridades encargadas tienen el caso. Se sospecha que haya sido su ex pareja, por algunas versiones de testigos, aunque el hombre que la mató dio otros santos y señas en el registro del hotel donde ocurrió la tragedia sangrienta.