Existe un vendedor ambulante que pregona, "llegaron las guayabas de Sandra" y la gente por curiosidad pregunta y al ver lo grande y bonitas que se ven compran esta deliciosa fruta.
Este simpático vendedor es Celso Villarreal, reside en Monagrillo, la tierra de los hermanos Samy y Sandra Sandoval, quienes son los propietarios de estas guayabas tan gustadas por los azuerenses.
Las guayabas son cultivadas en tierras altas de Las Minas, donde los hermanos Sandoval tienen una finca, por lo que el señor Celso manifestó que existen aproximadamente unas 1,700 plantas de estas guayabas, que a simple vistas se pueden observar que son de buena calidad.
Don Celso manifestó que él le compra las guayabas a los Sandoval y las revende a precios bien módicos entre 0.50 y 0.75 centésimos, todo dependiendo del buen tamaño.
Por su parte, Eduardo Bartuano, un comprador, manifestó que en verdad estas frutas son muy ricas.