Aparecen dos españoles que supuestamente estaban secuestrados

Santiago de Chile
EFE

Los dos españoles cuyo presunto secuestro fue denunciado hoy aparecieron sanos y salvos y dijeron que el mensaje que enviaron diciendo que estaban retenidos sólo era una broma, informó hoy la televisión chilena.

Los dos españoles eran el economista Gonzalo Fernández de Córdoba, de 64 años, y su hija Ana, de 23.

Según señaló la cadena Televisión Nacional de Chile, al cierre de su noticiero nocturno, los dos españoles se encuentran en la ciudad norteña de La Serena, sanos y salvos.

El mismo canal señaló que el mensaje por correo electrónico en el que avisaban de su presunto secuestro, y que sirvió para que el hecho fuera denunciado por el senador socialdemócrata Sergio Bitar, se trataba sólo de una broma.

El canal de televisión dijo que la información fue proporcionada por familiares de Gonzalo Fernández de Córdoba que llamaron a la estación televisiva.

Este hecho de los dos españoles ocupó los principales espacios informativos de la televisión chilena y creó cierta alarma entre las autoridades, que en todo momento calificaron el hecho como un +presunto'' secuestro.

El suceso había sido denunciado hoy el senador Sergio Bitar, quien dijo que los familiares habían recibido un extraño mensaje de correo electrónico en el hablaban de su supuesto secuestro hasta que se conociera el fallo de la Cámara de los Lores del Reino Unido, que debe fallar mañana sobre la libertad de Augusto Pinochet.

Bitar es el presidente del socialdemócrata Partido por la Democracia y, además, este mes ocupa el puesto de coordinador de la coalición gobernante que está en el poder en Chile desde 1990.

El senador socialdemócrata dijo que había sido informado del caso el lunes por otras dos hijas de Fernández de Córdoba, María y Carmen, de 29 y 25 años de edad, que viven en Chile y con las que los dos supuestos secuestrados estaban en comunicación.

Los dos españoles entraron a Chile como turistas el pasado viernes desde Perú y su rastro se perdió tras adquirir pasajes para viajar en autobús desde la ciudad fronteriza de Arica, a 2.051 kilómetros al norte de Santiago, hasta la capital chilena.

A raíz de esta denuncia, las autoridades chilenas decidieron enviar a Arica, cerca de la frontera con Perú, dos unidades especiales de la Policía de Investigaciones.

 

 

 

 

 

 


 

Los dos españoles eran el economista Gonzalo Fernández de Córdoba, de 64 años, y su hija Ana, de 23.

 

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