Los venezolanos se preparaban ayer para el paro general del lunes convocado para pedir la renuncia del presidente Hugo Chávez, en un clima de incertidumbre acentuado por la ratificación del organismo electoral de convocar a un referendo pese a un fallo contrario del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Mientras los líderes de la oposición estudian la duración del paro general, la población realizaba desde la víspera compras anticipadas de artículos de primera necesidad previendo un eventual desabastecimiento.
El sábado, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ratificó el referendo del 2 de febrero sobre la renuncia de Chávez, invalidado por el TSJ por haber sido convocado por mayoría simple y no por una mayoría calificada de sus cinco miembros.
Entretanto, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, mantiene en Caracas sus esfuerzos -hasta ahora infructuosos- en la mesa de negociación entre la oposición y el gobierno para frenar la huelga.
En una reunión que se prolongó hasta esta madrugada, Gaviria propuso una serie de acciones para evitar la medida de fuerza, pero fue desconocida por ambas partes.
El paro, que coincide con el inicio de las fechas navideñas y el pago de aguinaldos, ha colmado las calles de Caracas de apresurados consumidores que hacen compras en los mercados ante un posible llamado a huelga indefinida. |