El indigente Eugenio Pascual Aparicio, de 37 años, no pudo reírse esta vez de su víctima, la cual supuestamente ya le había robado en cuatro oportunidades.
En esta ocasión, Eugenio pasó de cazador a presa, luego de recibir dos puñaladas que le arrebataron la vida la madrugada de ayer, sábado, en el Parque Santa Ana, Calle 12, del mismo corregimiento.
El hecho de sangre se registró a eso de la 1: 00 de la madrugada. El agresor, de 23 años y quien se dedica al trabajo de buhonería, fue sorprendido por los efectivos policiales segundos después de agredir de muerte al indigente.
La víctima sucumbió boca abajo producto de una puñalada en el abdomen del lado izquierdo y otra en el pecho.
Según informes a los que pudo tener acceso Crítica, el victimario, al notar la presencia policial, tenía el puñal en una de sus manos e inmediatamente lo lanzó al piso en su desesperación de desaparecer la evidencia.
En el momento de su captura, el agresor manifestó a los uniformados que su ataque fue como defensa, ya que Eugenio le había robado en cuatro ocasiones.
Según una fuente policial, el difunto, quien residía en el corregimiento de San Felipe, era detenido constantemente por protagonizar robos a mano armada. Pero al ser remitido al Ministerio Público era beneficiado siempre con una medida cautelar por falta de evidencias.
Se pudo conocer que el occiso no tenía documentos. El cuerpo fue levantado formalmente por los funcionarios del Ministerio Público.
En el lugar de los hechos solamente se acercó un familiar del muerto, quien fue el que al final lo identificó.
El caso se encuentra en manos de la Fiscalía Cuarta Superior.