Tigre y San Lorenzo, que igualaron el primer puesto con Boca Juniors, chocarán hoy en la inauguración del triangular en el que lucharán por el título de campeón del torneo Apertura 2008 del fútbol argentino, que pasará a la historia por su desenlace y por la expectación que ha desatado.
Tigre aspira a alcanzar el primer campeonato de su historia con una plantilla cuyo presupuesto ronda el 20 por ciento de los que tienen sus oponentes, con un 95 por ciento de futbolistas surgidos de la segunda categoría y un entrenador principiante, Diego Cagna.
Si este triangular carece de un favorito es porque Tigre, con su rendimiento, rebeldía y desparpajo, ha logrado superar la sensación de que siempre deben serlo por sus gloriosas trayectorias, la prosapia, las figuras de alta cotización y las multitudes que les siguen, dos poderosos como los azulgranas y los boquenses.
San Lorenzo fue el mejor equipo de la primera mitad del torneo, llegó a ser líder con cinco y ocho puntos de ventaja sobre Tigre y Boca Juniors, respectivamente, y un ataque de amnesia futbolística, un bajón al que todavía no se le encuentra explicación, lo puso al borde del abismo.