En una nueva muestra de narcoviolencia en México, los cuerpos de doce hombres cuyas cabezas habían sido cercenadas fueron hallados en el estado de Guerrero.
Algunas de las víctimas fueron identificadas como soldados del ejército mexicano.
En los terrenos de un centro comercial de la ciudad de Chilpancingo se hallaron nueve cabezas dentro de una bolsa plástica.
Junto a las cabezas se encontró una cartulina que señalaba que "esta es una de cal por dos de arena" y añadía: "por cada uno que me maten les vamos a matar a diez".