Alexis Castillo Arosemena, de 47 años sorprendió a un ladrón robando en su finca de Jacú, cerca de Paso Canoas. Llamó a unos amigos y les pidió que llegaran para que lo ayudaran. Pero cuando al fin llegaron a la finca, Alexis yacía tirado en el piso con orificios de bala en el cuerpo y una fractura en la frente, producto de un golpe con una piedra.
Lo subieron a un tractor para llevarlo al hospital, pero murió pocos minutos después. Sus últimas palabras fueron: "unos manes de Progreso me jodieron".