Tres temblores, uno de 5,9 grados en la escala Richter, otro de 5,5 grados y un tercero de 5,1, sacudieron a Haití poco después del terremoto de 7,3 grados que estremeció a una región muy poblada cercana a Puerto Príncipe, la capital del país, donde vive casi la mitad de la población, que asciende a 9 millones de personas.
Las secuelas fueron de carácter horizontal igual que el primer terremoto.
El temblor causó daños en numerosos edificios de la capital haitiana, como supermercados y hoteles y es prácticamente imposible circular en automóvil por las calles, invadidas por los escombros.
El capitán Carlos Vinces, jefe de los Cascos Azules peruanos en Haití, informó que "hay muchas instalaciones caídas".
Vinces señaló que el terremoto causó gran alarma a los haitianos, que no están "acostumbrados a estos movimientos telúricos".
El sismo disparó en un principio una alerta de tsunami en ese país, Cuba, República Dominicana y las Bahamas, aunque unas dos horas después fue retirada por el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico.
Expertos en sismología vaticinaron una gran destrucción y muchas víctimas como resultado del terremoto que sacudió al país más pobre de América Latina.
REACCIONES
La comunidad haitiana de Florida expresó su profundo pesar y dolor por el terremoto.
"Estamos muy preocupados, es horrible lo que ha pasado", dijo a EFE Marleine Bastien, de la organización "Mujeres haitianas de Miami", quien destacó que los haitianos residentes en EE.UU. no pueden comunicarse con sus familiares porque las líneas telefónicas en el país están cortadas.
"Estamos todos en total shock", expresó consternada Bastien.
La comunidad de haitianos residentes en Estados Unidos asciende a más de 1, 2 millones.
AYUDA
El Gobierno de Estados Unidos se comprometió a ayudar a Haití "en todo lo que pueda"
Por su parte el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó el inmediato envío de ayuda, así como un equipo de cincuenta expertos en rescate de víctimas.
