Vivió la experiencia en carne propia. Esteban Ortega, de 24 años, casi pierde su brazo derecho, convirtiéndose desde el pasado domingo, en una víctima de un conductor irresponsable.
Postrado en la habitación 717 del Hospital de Punta Pacífica, Esteban contó ayer el relato desagarrador que le ha dejado marcas imborrables en su mente y en su brazo derecho.
El vendedor de la Boutique Emporio Armani se dirigía hacia su trabajo, cuando el bus de la ruta Panamá Viejo, con placa B-3388, vencida desde el año 2003, hacía regata con otro bus de misma ruta, que después del incidente se dio a la fuga.
Esteban viajaba en el último asiento del bus cuando, intempestivamente, a la altura de la Cinta Costera, se encontró con otro diablo rojo lo que motivó al conductor, como alma que lleva el diablo, aumentar la velocidad. En cuestión de segundos, el bus giró a la izquierda y después hacia la derecha, lo que ocasionó que éste se volcara.
Todas las personas que estaban en la izquierda le cayeron encima a los que estaban en la derecha, lo que provocó que quedara atrapado y su brazo se raspara con todo el pavimento de la Cinta Costera, ocasionándole un desgarramiento muscular y ruptura de tendones. Como se ubicaba en el último puesto cerca de la puerta de emergencia, la gente despavorida le pasaban por encima.
DESCUIDO Y NEGLIGENCIA MEDICA
Uno de sus amigos de trabajo, Francisco Santos, narró a Crítica que en el lugar de los hechos, el equipo de emergencias médicas le vendó el brazo, y después fue trasladado al Complejo Hospitalario donde le tomaron una radiografía y le dijeron que no había fractura del brazo.
Transcurrieron unos 45 minutos hasta que Esteban dijo que no sentía los dedos. La mamá del muchacho decidió que lo llevarán al Hospital Nacional, donde los médicos no se explicaban cómo era posible que habían esperado tanto tiempo, dada la gravedad del daño.
La piel de su brazo, se había desgarrado. Posteriormente, Sión Cohen, jefe de Esteban, al ver la gravedad de la afectación decidió que fuera trasladado al Hospital Punta Pacífica, con la esperanza de que fuera intervenido por un cirujano plástico.
Al llegar a este hospital, su amigo Francisco Santos explicó que Esteban tuvo pérdidas de tendones y músculos. Además, perdió nervios de tres dedos de la mano.
"Pido que no haya más víctimas, y les pido a la ciudadanía que me den su apoyo, porque esto va por lo largo, necesito apoyo económico", exclamó Esteban.
Afortunadamente, uno de los se conmovió con esta historia fue el Presidente Ricardo Martinelli, quien le garantizó apoyo económico.
Precisamente ayer, el joven recibió la primera cirugía.
