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EDITORIAL
Maquillaje fiscal
El presunto maquillaje de los informes financieros del Gobierno Central para ocultar un déficit fiscal superior al permitido por la Ley 20, la cual establece que éste no debe superar el dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es algo que merece una explicación profunda de las autoridades responsables.
Para colmo de males, el ex vicepresidente Ricardo Arias Calderón denunció algo más grave: que se utilizó las reservas contables de la Autoridad del Canal de Panamá, para cubrir esa situación.
Por Título Constitucional, la contabilidad de la vía acuática se lleva de manera separada a la del Gobierno Central y voceros del Ministerio de Economía han negado los señalamientos de Arias Calderón.
De todas formas, la sola insinuación de ese hecho puede generar temor en la comunidad financiera internacional, sobre todo en momentos en que se habla de una posible ampliación del Canal, obra que requiere una astronómica inversión.
Si bien el Canal no debe ser una isla de riqueza en una nación que nada en la pobreza, es saludable que sus finanzas se manejen de manera separada, para evitar las tentaciones de los gobernantes de turno.
Sería un perfecto disparate que las reservas del Canal se utilicen para pagar la burocracia estatal o las deudas que mantiene el Gobierno Central con las instituciones financieras internacionales o los proveedores locales.
Con la reversión del Canal se concibió que éste sería manejado con un concepto empresarial y separado de la actual estructura oficial. Prueba de ello es que la vía acuática tiene un presupuesto aparte que el mismo rige en períodos diferentes al del resto de las instituciones públicas.
Queremos creer que a nadie en el gobierno se le ocurrió la idea de consolidar y fusionar los recursos financieros y patrimoniales de la vía acuática, de lo contrario se estaría frente a un problema de carácter penal, que debe ser investigado por el Ministerio Público.
Lo sucedido también pone de manifiesto la necesidad de que los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas suministren la información contable a tiempo, porque las demoras sólo levantan suspicacias y sospechas.
Para nadie es un secreto que el año pasado el gobierno sufrió una gran merma en sus ingresos, que lo obligó a la implementación de al menos tres contenciones del gasto público.
Las denuncias sobre el maquillaje fiscal merecen una adecuada y amplia explicación, sobre todo con lo que respecta al Canal de Panamá. El Ministerio de Economía y Finanzas, así como los directivos de la vía acuática, tienen la palabra. Hablen rápido y claro, porque el que calla otorga.
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PUNTO CRITICO |
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