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Luz Eneida Trujillo, de 21 años, asesinó ayer a su esposo, el sargento jubilado, Galileo Buenaño Quintana, de 64 años, y luego se suicidó de un disparo en la sien.
El crimen y suicidio se registró en la casa No. 235 del sector 3 de Cerro Batea. Luz, aparentemente cansada de los maltratos que le dispensaba Buenaño, le propinó dos tiros en el pecho.
A las tres de la mañana se inició una discusión, luego se escucharon varias detonaciones de arma de fuego. Luz había redactado una carta a sus familiares, la cual arrojó por la ventana de ornamentales de una de sus vecinas.
La joven pedía perdón a su mamá por lo que había hecho, y dentro del sobre le dejó dinero en efectivo.
El cuerpo del celoso sargento Buenaño fue encontrado en la cama como si estuviera dormido. Luz estaba sentada en el borde de la cama, con parte de su cuerpo sobre el pecho de su marido y con un revólver en la mano derecha.
Galileo Buenaño conoció a su esposa en un pueblito del interior cuando tenía 17 años. Como era jefe de seguridad en un almacén en Los Pueblos, le consiguió trabajo como cajera.
Galileo no la dejaba salir sola. Cierto día un amigo de Galileo, en forma de broma, le dijo suegro, y éste lo amenazó con su arma. |