Prensa de Am�rica Latina se pregunta si Chile podr� ahora hacer justicia
Agencias
Internacionales
Los diarios de Am�rica Latina reflejaron ampliamente ayer viernes el arribo de Augusto Pinochet a Santiago y la mayor�a consider� que ahora la inc�gnita es si la justicia chilena podr� llevar al banquillo de los acusados al otrora todopoderoso ex dictador. El diario argentino Clar�n analiz� la liberaci�n del anciano general bajo el t�tulo "Los chilenos y su deuda con el pasado" y estim� que "Con Pinochet en Chile se abre la posibilidad de revisar la historia y hacer justicia". Sobre lo que defini� como "el ocaso de los antiguos dictadores impunes", el diario sostuvo que "no es este viejo tambaleante al caminar, de memoria en fuga y de organismo incontinente el que regresa a Santiago (...) es, nada m�s y nada menos, el mismo Pinochet de mirada iracunda escondida detr�s de anteojos oscuros que aterrorizaba a los chilenos e indignaba al mundo en 1973". "Que juzguen al huev�n", opin� P�gina/12 de Buenos Aires y escribi� que "la historia que pas� muestra al gobierno de Tony Blair liberando a Pinochet con una coartada -la presunta raz�n humanitaria- cuando sus motivos verdaderos son otros". Los diarios mexicanos condenaron en su mayor�a la liberaci�n del militar y Cr�nica, por ejemplo, indic� que "ha vuelto a Chile por la puerta peque�a, la reservada para los que han conseguido escapar de la justicia, aunque han sido condenados por �sta". El diario pidi� al pr�ximo presidente chileno, el socialista Ricardo Lagos, que ponga "a los responsables de esta tragedia ante la justicia, empezando por Pinochet". Folha de Sao Paulo consign� que "el Pinochet que vuelve a Chile es un hombre juzgado y condenado, condenado pol�ticamente por Chile y el resto del mundo, los cuales durante el periodo de detenci�n en Londres se dieron cuenta de las violaciones de los derechos humanos cometidas durante su gobierno". "�Y ahora qu�?" se pregunt� en primera p�gina El Nacional de Caracas. Mientras, su par El Universal titul� "La justicia chilena espera a Pinochet", y public� una �cida caricatura que muestra una copa medio llena de la que sobresale una bandera chilena con la inscripci�n "A tu salud, �ASESINO!", con la �ltima palabra resaltada en negritas. "�Chile juzgar� a Pinochet?" titul� en primera plana El Nuevo Siglo de Bogot�, y acot� que "con el regreso de Pinochet se abri� un nuevo interrogante: "�habr� juicio para el general por las 59 querellas que tiene en su contra por violaci�n a los derechos humanos?". En realidad, las querellas que Pinochet enfrenta en Chile son 60, ya que la �ltima de ellas fue presentada este jueves. Para El Colombiano "la batalla jur�dica del ex dictador no entra en receso con su viaje de retorno" y "ahora se pone a prueba la seriedad y consistencia de la argumentaci�n (de las autoridades de Chile, de que el juicio se debe llevar a cabo en este pa�s y no en el exterior)". "Vergonzoso lo de Pinochet", titul� su editorial el tambi�n mexicano Excelsior, y se�al� que fue liberado "en una maniobra vergonzosa que ha causado aflicci�n y desconcierto en la opini�n p�blica mundial". En Montevideo, el diario La Rep�blica titul� "Desde esta ma�ana, Pinochet vuelve a pisar el suelo que sembr� de cad�veres" y afirm� que "se disip� una esperanza y surgi� una incertidumbre: �podr�n los chilenos cobrarle sus cr�menes en su propio pa�s?". En tanto, El Pa�s escribi� en la portada que "Pinochet divide a los chilenos" y El Observador se�al� que "Tras 503 d�as, Pinochet qued� libre". "Pinochet escap� de la extradici�n", dijo El Comercio de Quito, y aclar� que "el regreso del enfermo general chileno a su pa�s no significa el final de su caso". Por su parte, el diario Granma del Partido Comunista cubano estim� que "la decisi�n del gobierno brit�nico solamente finaliza un cap�tulo" y recuerda que ya se present� ante un juez de Santiago una solicitud para que Pinochet sea despojado de su inmunidad parlamentaria para que pueda ser juzgado. Juventud Rebelde indic� que "al devolver el asunto a las manos de los chilenos, Gran Breta�a reconoci� su soberan�a y se aline� en contra de una extraterritorialidad que, cada vez m�s, amenaza". La liberaci�n del ex dictador acapar� tambi�n las portadas de los peri�dicos de Centroam�rica, que destacaron los "festejos y lamentos" que provoc� la decisi�n del ministro del Interior brit�nico, Jack Straw. El regreso ayer viernes a Chile del ex dictador Augusto Pinochet, despu�s de casi 17 meses de detenci�n en Londres, volvi� a poner de manifiesto la divisi�n de la sociedad chilena, oculta por el milagro econ�mico de los noventa. La jornada de ayer viernes, con euf�ricas manifestaciones por parte de los seguidores del anciano dictador y las vigilias de organizaciones de los familiares de detenidos y desaparecidos, record� que, pese a las apariencias, muchas heridas abiertas durante el r�gimen de facto (1973-90), siguen abiertas. "Es natural que cada uno reaccione de acuerdo a lo que le indican sus propios sentimientos, pero dentro de un clima de mesura, tranquilidad y correcci�n", pidi� el ministro del interior Ra�l Troncoso. La detenci�n de Pinochet en octubre de 1998 en Londres, abri� para muchos chilenos la esperanza de obtener justicia, aunque fuera en jurisdicciones ajenas, sobre los casos reconocidos de 1.198 desaparecidos y 3.000 ejecutados, durante el r�gimen militar. "Ten�amos la esperanza que la justicia internacional, podr�a haber logrado superar la impunidad", dijo a la AFP Patricia Silva, presidenta de la Asociaci�n de Familiares de Ejecutados (durante la dictadura). Por ello, la decisi�n de Gran Breta�a de permitirle el regreso y evitar as� cumplir con una orden de extradici�n a Espa�a, donde es procesado por violaciones a los derechos humanos, fue tomada por estos sectores como una afrenta. "El criminal retorna al lugar del crimen", se�al� la secretaria general del partido comunista y ex candidata presidencial, Gladys Mar�n. Estas duras reacciones parecieron ser azuzadas por la actitud desafiante de los seguidores de Pinochet, que se refirieron al dictador como el "eterno presidente", en alusi�n a la asunci�n al poder el pr�ximo 11 de marzo del socialista Ricardo Lagos. M�s a�n cuando Pinochet, cuya liberaci�n fue justificada por el gobierno brit�nico como un acto humanitario derivado del deterioro en su salud, hizo a un lado la silla de ruedas en que baj� de la aeronave que lo trajo de regreso desde Londres. El se ha "burlado de la opini�n p�blica e internacional" declar� el congresista socialista, Sergio Aguil�, quien agreg� que "la impresi�n que se forma la gente es que �l ha llegado en condiciones bastantes �ptimas de salud". La Iglesia Cat�lica chilena pidi� este viernes que el regreso de Pinochet no provoque "agitaci�n" y "conflictos" que alteren el camino a la reconciliaci�n. La conferencia de obispos chilenos pidi� que este retorno "no sea causa de agitaci�n y, menos a�n, de conflictos que perturben la serenidad y la paz social que el pa�s necesita en su camino hacia la anhelada reconciliaci�n". Pero ello no parece tan probable, pues las asociaciones de familiares de detenidos y desaparecidos han reafirmado su voluntad de insistir en que ahora la justicia chilena muestre su capacidad para levantar el fuero que como senador goza Pinochet y le procese por las 60 demandas que por violaciones a los derechos humanos han sido presentadas en su contra ante tribunales locales.
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