Familiares y transportistas despidieron ayer al asesinado conductor de autobuses Julio César Justavino, en la Iglesia Santa María de Belén, en el corregimiento de Tocumen, donde se oficiaron las honras fúnebres.
Justavino, chofer de un bus de la ruta 24 de Diciembre-Tumba Muerto, fue asesinado el viernes por dos sujetos que lo asaltaron a él y sus pasajeros en la parada del Colegio Artes y Oficios.
En la homilía el sacerdote hizo un llamado para que gobernantes y sociedad en conjunto pongan un freno a la violencia, para que estos hechos no se sigan repitiendo.