El presidente Martín Torrijos y el vicepresidente, Rubén Arosemena arremetieron ayer contra los médicos agremiados en la Comisión Médica Negociadora Nacional (COMENENAL), quienes han amenazado con irse a una huelga indefinida a partir del 6 de noviembre.
Torrijos condicionó ayer el ajuste a los médicos, alegando que éstos "no deben exigir aumento, si antes no se corrigen las graves fallas que se dan en el sistema de atención a los usuarios".
Insistió en que de otorgarse ese aumento a los más de 5 mil médicos que laboran en el sistema público de salud, se tendrían que utilizar unos $100 millones, los cuales pondrían en aprietos los programas de Enfermedad y Maternidad de la Caja de Seguro Social (CSS).
Por su parte, el vicepresidente Rubén Arosemena atacó al gremio médico y expresó que están siendo asesorados por figuras integrantes del FRENADESO.
MEDICOS SE DEFIENDEN
El gremio médico, a través de su coordinador general, Julio García Valarini, negó tener algún vínculo con algún grupo ajeno al servicio médico, y resaltó que la petición de aumento es justificada.
"No podemos permitir que se digan mentiras, y menos que se trate de enlodar el nombre de algunos médicos, por la simple razón de exigir un aumento que es bien merecido", precisó García.
Por su parte, la ministra de Salud, Rosario Turner, reiteró la disposición del Gobierno en mantener un entendimiento y el diálogo abierto para encontrar respuestas a sus peticiones.
Turner también cuestionó que el 60% de los médicos no cumpla sus horarios, mientras que el director general de la Caja de Seguro Social, René Luciani, explicó que el aumento que solicitan los médicos asciende a $98 millones, de los cuales $57 millones saldrían de las arcas de la CSS y eso provocaría un colapso financiero en el Programa de Enfermedad y Maternidad.
En tanto, la presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá, Adela de Ayarza, recomendó al Gobierno y médicos deponer cualquier interés ante la posibilidad de iniciar la negociación.
Ayarza dijo que no critica las aspiraciones salariales de cualquier grupo, sin embargo, estimó que hablar de medidas drásticas antes de entrar a la puerta de la negociación, no es lo más conveniente.