REFLEXIONES
"Estadio Nacional, olimpiadas y los h�roes deportivos"
Carlos Christian S�nchez C.
Relacionista Internacional
En medio de las �reas revertidas, un coloso de concreto se levanta sobre los �rboles y colinas cercanos a Cerro Patac�n. La magna obra de casi 20 millones de d�lares, idea genial de los promotores del b�isbol nacional, pretende glorificar a los paname�os que juegan este singular deporte, adem�s de garantizar la comodidad de los espectadores. Inaugurado recientemente, el Estadio Nacional es una joya de la ingenier�a moderna. Palcos de lujo, asientos especiales para los cerca de 30,000 visitantes que ser�n testigos de los partidos de la temporada beisbol�stica, junto con restaurantes y facilidades a la prensa. Empero, hay algo malo, un asunto meramente de orgullo, que impide darle el honor popular al nuevo coliseo: "No tiene nombre". No s� si por intereses de la Comisi�n Pro Estadio Nacional, o porque algunos de los empresarios que dieron el dinero para hacer realidad el monumento deportivo, no quieren colocarle un nombre de un distinguido atleta paname�o, pero ese limbo parece evitar darle gloria al personaje beisbol�stico que coloc� al Istmo, en la Carpa Grande de los Estados Unidos de Am�rica. Qui�n m�s que Rod Carew, el pelotero de los Angelinos de California. El latinoamericano que lleg� a los 3,000 hits, aparte de los �dolos estadounidenses de esa especialidad deportiva. Cronistas de la materia atl�tica mencionaban el nombre de Rod Carew para bautizar el Estadio Nacional, pero salieron las voces de los due�os del complejo deportivo, y otros, que dec�an que el susodicho prefiri� vivir en California, hacer su vida all�, despreciando a Panam�. Por eso, no merec�a d�rsele el nombre de Rod Carew al nuevo edificio. Eso evidenci� tambi�n la forma c�mo algunos malos paname�os ven a nuestros deportistas, ahora que m�s que nunca se ha elevado el nombre de nuestro pa�s, en el exterior; todo gracias a las actitudes mezquinas y avaras de unos cuantos. El primer a�o de este nuevo siglo anuncia un sinn�mero de actividades deportivas nacionales e internacionales, las cuales buscan elevar la hermandad de los pueblos. Muchas esperanzas se han dado a los atletas paname�os que participar�n de las Olimpiada de Verano, a celebrarse en Sidney 2000, en Australia. O de aquellos futbolistas que buscan pasar la ronda eliminatoria hacia el Mundial Korea-Jap�n, a efectuarse dentro de dos a�os. Pero la existencia de una entidad tan inoperante, que no genera ideas creativas, programas de asistencia profesional y respaldo econ�mico, como lo es el Instituto Nacional de Deporte (I.N.D.E.), hace casi imposible que nuestros atletas, j�venes en su mayor�a, se concentren en su preparaci�n mental y f�sica, para asistir a eventos en el extranjero. Mientras despreciaban a Rod Carew, s�lo porque prefiri� vivir all� en California, me duele decir la forma c�mo las autoridades nacionales no ayudan a la nadadora Eileen Coparropa, la cual no tiene dinero suficiente para llegar a las Olimpiadas de Sidney 2000. Casi sesenta mil balboas se necesitan para la estad�a, preparaci�n y gastos de la participaci�n de esta joven estrella de la pileta. Por otro lado, salen dudas sobre la posible clasificaci�n de la Selecci�n Sub-23 que ir� a la misma Olimpiada en Australia, de ganar la ronda en el Caribe. Volveremos a lo mismo, de mendigar para que los atletas nacionales puedan asistir a representar nuestra ense�a patria. �C�mo le hacen los cubanos para llevar a sus atletas a los mejores eventos internacionales deportivos?. Con esfuerzo y dinero, sudado a�n por culpa del bloqueo criminal contra la isla. Entonces, porqu� Panam� no puede llevar a sus hijos meritorios hacia las tierras lejanas. Si podemos recoger 3.8 millones de d�lares para la Telet�n 20-30, no entiendo las barreras econ�micas que impiden a los j�venes deportistas llegar a los c�nclaves deportivos mundiales. Ma�ana inicia el b�isbol juvenil y esperamos que ese nuevo Estadio Nacional reciba, alg�n d�a futuro, el nombre de un renombrado atleta paname�o. No importa que sea Rod Carew o Mariano Rivera, lo importante es que respetemos a los deportistas, porque en ellos est�n las esperanzas de nuestro pa�s.
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