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Estos hombres revisan lo que quedó de un local que fue bombardeado.  |
Fuerzas israelíes dispararon misiles contra blancos en la ciudad palestina de Gaza el lunes, horas después de dos atentados suicidas prácticamente simultáneos en el centro de Tel Aviv, que dejaron 22 muertos y más de 100 heridos. En una reunión convocada después de las explosiones, el gobierno israelí decidió imponer asimismo nuevas restricciones sobre los palestinos en los territorios ocupados.
Dos atacantes también murieron en las explosiones. Versiones iniciales indicaban que los ataques causaron la muerte de 23 israelíes, pero las autoridades posteriormente rectificaron la cifra.
Raanan Gissin, uno de los máximos asesores del primer ministro israelí Ariel Sharon, anunció las siguientes decisiones adoptadas por el gabinete:
El cierre de tres universidades islámicas en los territorios palestinos ocupados de la Ribera Occidental. Restringir los viajes de palestinos que tienen pasaportes con privilegios. Cerrar algunos sectores de la Ribera Occidental al tráfico vehicular palestino. Intensificar los arrestos y los que las autoridades israelíes califican de asesinatos selectivos por parte del ejército israelí de quienes el gobierno israelí considere involucrados en actividades terroristas. Prohibir una reunión en Ramallah, en la Ribera Occidental, del Consejo Central Palestino. Prohibir el viaje de una delegación palestina a Londres a fin de mes para reunirse con el primer ministro británico Tony Blair. Uno de los ministros del gobierno autónomo palestino presidido por Yasser Arafat repudió las medidas israelíes.
"Estas decisiones añadirán complicaciones y no ofrecerán seguridad a nadie", dijo el negociador jefe palestino Saeb Erakat. "Es una rendición ante quienes sabotear el proceso de paz en ambos lados".
Las explosiones del domingo ocurrieron alrededor de las 18.30, en una hora de gran concurrencia, cerca de una estación de autobuses en el centro de Tel Aviv, en un vecindario donde reside un gran número de trabajadores inmigrantes, que fue escena de otro atentado en julio que dejó cinco muertos.
Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, un desprendimiento extremista de la agrupación palestina gobernante Fatah se atribuyó inicialmente la autoría del ataque, pero en un fax enviado a CNN con el membrete del grupo negó toda responsabilidad.
"La brigada sigue plenamente comprometida con la conducción legítima palestina encabezada por Yasser Arafat y somos leales a ella", dijo el comunicado. El grupo Jihad Islámico también se atribuyó la responsabilidad de las explosiones en Tel Aviv, pero en un llamado telefónico a la corresponsalía de CNN en Beirut el ala extremista del grupo negó la versión. |