"Son 45 años de muchos recuerdos y dolor de madre, pero sé que mi hijo cumplió con la patria". Con estas breves palabras, la señora Marcelina Chávez de Arosemena, madre de Ascanio Arosemena, primer mártir de la gesta heróica del 9 de enero de 1964, se refirió a lo que significó para ella volver al sitio donde perdió la vida su hijo y donde hoy se encuentra el centro de capacitación que lleva su nombre.
Marcelina aseguró que el sacrificio que en su momento cumplió su hijo, no fue en vano porque ahora los panameños podemos disfrutar de un país digno, como fue el ideal de Ascanio.
En su discurso, el presidente Martín Torrijos resaltó que "la llama que encendieron los mártires en el alma de los panameños no se ha extinguido, ni se extinguirá jamás. Su sacrificio no fue en vano, la sangre que derramaron se esparció por todo el territorio nacional y hoy honramos su memoria".
Además, sostuvo que los actos de recordación no deben significar un ritual o una costumbre para los panameños, sino que debe ser visto como un compromiso con la nación y los jóvenes que iniciaron su lucha hace 45 años, para que se goce de las instalaciones que antes fueron vedadas y en las que hoy pueden transitar todos los panameños.
HABLA UN SOBREVIVIENTE
Alfonso González, uno de los sobrevivientes entre los heridos durante los incidentes, que se prolongaron hasta el 11 de enero de 1964 y en los que perdió su pierna izquierda por un disparo de los soldados norteamericanos, dijo a Efe que siente "orgullo patrio" por haber participado en los hechos.
González considera la gesta como "algo grande y glorioso porque se consiguió lo que el pueblo quería, su soberanía, su territorio y el Canal interoceánico que hoy es nuestro". Añadió que aunque el objetivo se consiguió, los gobernantes "no hacen justicia" con una mejor ayuda humanitaria para los sobrevivientes, que aún reciben la misma asignación de 30 dólares mensuales aprobada en 1965, de la que se beneficiaron solo 15 personas, a pesar de que entonces se registraron unos 500 heridos. Marcos Fenton Achurra, otro de los heridos en el alzamiento popular, expresó que "esta gesta patriótica, escrita con sangre, es una de las páginas impecables en la historia de Panamá". Empero, Achurra confesó que los sobrevivientes de estos hechos también se sienten "tristes y acongojados por el proceder de los gobernantes que han modificado esta fecha como un día puente (de vacación) para beneficiar la actividad turística y hotelera". Otros sobrevivientes, como César Villarreal, Alcibíades Picola, Inocencio García, Luís Vergara y Napoleón De Bernad afirmaron, por su parte, que su enfrentamiento fue "la chispa necesaria para unir a todo un pueblo y lograr un país libre".