Unos 200 turistas continúan atrapados en la zona de Vara Blanca, unos 45 kilómetros al norte de San José, pero todos se encuentran en buena condiciones de salud, tras el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que sacudió este jueves Costa Rica.
Sin embargo, las autoridades no se descarta que el número de víctimas aumente cuando los socorristas puedan acercarse más a las zonas de mayor impacto y se remuevan los escombros bajo los derrumbes.
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) confirmó que muchos extranjeros debieron pasar la noche en la zona afectada por el sismo, pero que hasta ahora no hay informes de ningún turista desaparecido.
Se había reportado la desaparición de dos turistas canadienses, pero las autoridades informaron que llegaron ayer caminando en buenas condiciones hasta el hotel "Waterfall Gardens", donde esperarán al rescate aéreo junto con otros huéspedes.
Según el ICT, la mayoría de los turistas afectados se encuentran incomunicados en las cercanías de este hotel, ubicado en Vara Blanca, pero ninguno de ellos se ha reportado como herido.
Daños
Por otro lado, Costa Rica empezó ayer a cuantificar con mayor claridad los verdaderos daños del terremoto de 6,2 grados que sacudió el jueves al país y que dejó, hasta ahora, un saldo de diez muertos, 91 heridos, 42 desaparecidos y cientos de casas y caminos destruidos.
Aunque San José, la capital de este país centroamericano, no sufrió daños de consideración, el panorama cambia por completo a solo 60 kilómetros, en la zona del epicentro del sismo, donde abundan los derrumbes y casas desplomadas, y la población aún permanece aislada.
Poco más de 24 horas después del temblor, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico ha registrado más de 1,500 réplicas con intensidades de hasta cuatro grados en la escala de Richter, por lo que aumenta el nerviosismo entre los habitantes de Poás y Vara Blanca, las comunidades más afectadas.