La ex legisladora colombiana Consuelo González de Perdomo, liberada el jueves junto a Clara Rojas, denunció ayer que la guerrilla de las FARC tiene encadenados desde hace un año a los militares y policías con quienes compartió la condición de rehén en las selvas de su país.
La política dijo que estos efectivos de la Fuerza Pública "vivían encadenados todo el día, con unas cadenas al cuello que tenían que cargar ellos para hacer cualquier tipo de actividad".
"En las horas de la noche, amarraban (los rebeldes) la cadena a un palo (madera) que iba al pie de la cama de cada uno de ellos", agregó González en una entrevista telefónica desde Caracas con la cadena bogotana Caracol Radio.
La misma condición afrontan algunos de los rehenes civiles, como el ex gobernador Alan Jara y el también ex congresista Orlando Beltrán, agregó la ex legisladora, para apuntar que a ellos "por la noche les ponían cadenas amarradas a un palo cerca de la cama".
Jara y Beltrán están entre la decena de políticos y efectivos de la Fuerza Pública con quienes González y Rojas compartieron los últimos doce meses de secuestro en algún lugar del sureste del país.
González admitió que era "doloroso" ver a los encadenados, quienes se ven impelidos a llevar una parte de la cadena en una maleta al hombro.
Colombia "es la única parte del mundo en la que (esto) está ocurriendo", dijo con asombro, y apuntó que "en este siglo, en este momento, en el mundo ocurriendo esto".
La ex legisladora dijo que estas condiciones se unen a la zozobra, la incertidumbre, la alimentación precaria y la falta de una adecuada atención en salud que afrontan los rehenes recluidos en las "cárceles del pueblo" de las FARC.
750 PERSONAS: SECUESTRADAS
Es el estimado de rehenes que se encuentras cautivos por las FARC de las que unas 45 son considerados como "canjeables" por la organización guerrillera, dado su valor político.