El volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, registró ayer más de 300 explosiones y mostró incandescencia en el borde del cráter, informó el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
El volcán, de 5,029 metros de altura sobre el nivel del mar, "aumentó de forma acelerada" su proceso eruptivo desde el pasado 4 de enero, por lo que el Geofísico no descarta una erupción explosiva en una o dos semanas.
La actividad del coloso en las últimas 24 horas registró 116 sismos leves de largo periodo (por el movimiento de fluidos en el interior), 32 episodios de tremor o temblores por la emisión de gas y ceniza y 311 explosiones, señala el informe del Geofísico.
Las explosiones del Tungurahua, las cuales vienen acompañadas de bramidos y cañonazos, son escuchadas y sentidas por habitantes que viven cerca del volcán, e incluso provocan que vibren los cristales de los ventanales de sus casas.
En el coloso también se observó cierto brillo e incandescencia en el borde del cráter, así como la caída de rocas candentes, que salen del interior del volcán y que ruedan por las laderas de la montaña.
El Tungurahua generó, además, emisiones de gases y ceniza, producto del incremento de la actividad tanto interna como externa del volcán, las cuales formaron nubes de 3 y 4 kilómetros de altura, desde la base del cráter.
El Gobierno ecuatoriano solicitó a los pobladores que viven cerca del volcán que salgan voluntariamente de esas zonas durante las noches, como medida de precaución ante la posibilidad de que su intensidad aumente de manera peligrosa.
ACTIVIDAD: VOLCANICA
El Tungurahua generó dos explosiones fuertes, que causaron la muerte de al menos seis personas, provocó el desplazamiento de miles de campesinos y arrasó grandes extensiones de cultivos.