La vida le sonreía a Rubén Arosemena. Era querido y admirado. Tenía muchos amigos y un futuro promisorio, pero la suerte le jugó una artimaña y perdió la vida.
Rubén, un muchacho de 18 años, junto con algunos amigos y familiares viajó desde la barriada "El Sol" de "El Tecal" en Vacamonte, Arraiján, hasta San Carlos para disfrutar del sol, la arena y las cristalinas, pero traicioneras aguas de la playa de Punta Barco.
Los informes policiales señalaron que sin conocer adecuadamente el área, el joven se lanzó desde un improvisado andamio y se estrelló contra las piedras en el fondo del mar.
Rubén recibió serias heridas, sin embargo, un certero golpe en la cabeza ocasionó que se rompiera el cuello. |