Hace cuatro años yacía un gran sueño para todo el pueblo panameño. Una buena generación de futbolistas buscaría por segunda ocasión consecutiva avanzar al hexagonal final de la eliminatoria mundialista, esta vez, para tratar de ganar un boleto hacia Sudáfrica 2010. Sin embargo, hubo un equipo que acabó prematuramente con el anhelo; hablamos de El Salvador. Los cuzcatlecos eliminaron, en su estadio, a La Roja, en lo que hasta el sol de hoy es considerado el más grande o uno de los más grandes fracasos de la historia del balompié criollo. Desde aquel día, ha quedado clavada una espinita en el corazón de todos los panameños.
El pasado mes de octubre, ambas selecciones se vieron las caras en el Rommel Fernández, en un partido amistoso. El marcador fue favorable para los nuestros (1-0), pero aún así, el dolor de aquella eliminación sigue presente.
Ahora, en la Copa Centroamericana, se presenta una nueva oportunidad de revancha. Tal y como sucedió hace cuatro años, Panamá tiene, en papel, un mejor equipo, además de contar con la ventaja de ser local.
Estos dos oncenos se perfilan para luchar por el primer lugar del Grupo A, y el escenario se presenta de manera perfecta, ya que se medirán hasta el último encuentro de la primera ronda.