La corrupción en Cuba se ha convertido en un fenómeno que alcanza tanto a la cúpula del Partido Comunista como a profesionales sin adscripción política, según los cables de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, filtrados por WikiLeaks.
Según estos cables, "las prácticas corruptas incluyen el soborno, la malversación de los recursos estatales y los chanchullos contables", incluida la compra por cientos o miles de dólares de puestos de trabajo que más tarde derivarán en tráficos de influencias.