Supuestos pandilleros juveniles lanzaron bombas incendiarias contra dos unidades del transporte público de pasajero, en la capital guatemalteca, sin que se registraran víctimas, informó un organismo de socorro.
Según la Policía Nacional, el ataque pudo haber sido perpetrado por miembros de la temida Mara 18, en venganza con los empresarios que se niegan a pagar las extorsiones que les exigen.
Tras el ataque, los choferes de esa línea de transportes decidieron paralizar sus labores ante el temor de nuevos atentados.
Uno de los socios de la Ruta Quetzal dijo: "No hemos dejado de pagar las extorsiones precisamente para que no nos ataquen ni maten".